Ahora que somos tantos


Alejandro Ipatzi es un escritor atípico en México. Es un tipo culto, vivaz, con una prosa bella, elegante y contundente. Lo que podría hacernos pensar en un hombre con doctorados y maestrías, este estereotipo de saco de pana y plática salpicada de mamonería. Pero Ipatzi es todo menos eso. Es un personaje que hasta pocos años vestía de negro completamente y que correspondía más bien al clice metalero rudo intransigente, sin caer en esto último.
Si bien es cierto que ha cambiado un poco físicamente con los años su larga cabellera rizada y negra sigue incólume, y su forma metalera de vivir sigue siendo su signo. Cuando digo metalera, más bien me refiero a lo punk, al “hazlo tú mismo”. Alejandro ha impulsado con sus libros artesanales (tan mal vistos en los escritores institucionales) a varios escritores en ciernes, además de hacerse llegar el sustento con ellos.
El Perro su editorial, siguen sacando a la luz, vía fanzine, vía libros artesanales, lo que a Alejandro Ipatzi le parece digno de mostrar. A diferencia de otros escritores Ipatzi no tiene empacho en autopromoverse, publicarse, leer como enfebrecido y darse tiempo de enloquecidos proyectos como conciertos, encuentros y proyecciones de cine.
Su nuevo libro “Ahora que somos tantos” es un cuentario que resume perfectamente lo que las clases proletarias, jodidas de Tlaxcala viven a diario. Claro, no faltan los guiños a los libros de terror que tanto disfruta (“Amatophobia”), ni a la clase media enloquecida por tener un status. Como lo revela el cuento que le da nombre al volumen. Varios de sus textos son estrujantes, te vana envolviendo en su trama, en sus palabras, en su ritmo hasta que te asaltan para no soltarte.
La muerte, la fatalidad están contenidos en estos cuentos de escuetas páginas. Ipatzi nos muestra su mundo, la mirada de quien no se vanagloria de sus estudios y de los conocidos que tiene en el mundo de la literatura. Sino que muestra que conoce a la gente de la que habla. Un libro excelente, que deberá reeditarse muchas veces en muchos lados.

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